Cualquier edificio necesita una fuente de agua cercana y en condiciones adecuadas para su consumo. Pero la mayoría de las poblaciones se encuentran alejadas de esas fuentes y se necesita una distribución por tuberías bajo presión para que llegue a cada núcleo de población. Lo habitual es almacenar en un primer nivel el agua en presas, aprovechando valles y ríos, para luego distribuirla por gravedad a través de grandes tuberías a otros depósitos intermedios.
El agua de presas y pozos no suelen necesitar ningún tratamiento para hacerla propicia para el consumo humano. Sin embargo el agua de río necesita filtrarse y tratarse e introducirle cantidades de cloro controladas para eliminar virus y bacterias.
Distribución de agua en las ciudades
Hasta este momento no se ha necesitado aportar energía para distribuir el agua y en la medida de los posible los sistemas de distribución de agua municipales intentarán no introducirla, con el consiguiente ahorro energético.
Los sistemas municipales son habitualmente presurizados por gravedad en tanques intermedios en zonas estratégicas de las ciudades y dotan de presión a toda la red de distribución de agua que se traza por las debajo de las calles.
Red interior de los edificios
Antes de entrar el agua en cualquier edificio se realiza una acometida con diferentes elementos de seguridad y contabilización del consumo con unas condiciones determinadas:
- El agua debe ser apta para el consumo
- Debe suministrarse en cantidad suficiente.
- Con una calidad mínima exigible, según la normativa de cada país o región.
- Por seguridad no se permiten retornos de agua a la red principal.
- La instalación interior debe tener sistemas para el ahorro y el control del consumo.
Los sistemas de agua en las edificaciones proporcionan presión por medio de un pequeño tanque y una bomba que la suministra y que solo entra en funcionamiento cuando la presión cae. A la entrada de agua desde la red principal se le llama acometida, y debe tener unos elementos y calidades mínimas que deben desarrollarse por las compañías suministradoras.
La red se va distribuyendo a lo largo del edificio con válvulas y elementos de control con unos caudales mínimos para que el suministro sea óptimo.
Ahorro de agua y energía
Las estrategias para ahorrar agua y energía se centran en:
- En las instalaciones interiores debe existir un sistema para contabilizar individualmente el consumo tanto de agua fría como de agua caliente.
- Las instalaciones de agua caliente tendrán un retorno cuando la longitud de la tubería hasta el consumo más alejado sea igual o mayor de 15 metros.
- Los lugares públicos deben contar con elementos de control automático del consumo (grifos temporizadores, cisternas con pulsador de varias cargas, sensores infrarrojos en los grifos).