La sociedad moderna produce una gran variedad de desperdicios con problemas muy diferentes. Plásticos, cristales, papeles, aparatos y una gran cantidad de materiales penetran en nuestros edificios a lo largo de su vida. Un edificio debe ser capaz de deshacerse de sus residuos y en la medida de lo posible reciclar o ayudar a hacerlo.
Funcionamiento esquemático
Los desagües desde los lavabos, bañeras, retretes, duchas y bidés se unen a través de colectores al sistema de saneamiento de la ciudad. El sistema funciona por gravedad aprovechando ángulos descendentes que se unen en bajantes hacia los colectores de salida del saneamiento.
Los aparatos sanitarios se vacían en el tubo de desagüe a través de una pieza llamada sifón.
Se trata de un trozo de tubo en forma de U que repiten el agua suficiente para impedir que el olor del desagüe vuelva al edificio. Se debe permitir la salida de los gases de descomposición mediante válvulas de descarga.
Sistema de saneamiento de las ciudades
Una de las grandes mejoras introducidas para un correcto uso del agua y de los residuos biológicos humanos es la separación de la red de saneamiento y la red pluvial.
En un principio el agua de lluvia y el saneamiento formaban parte de la misma red por debajo de las calles de las ciudades y eliminaba la posibilidad de una gestión adecuada para los dos tipos de aguas que se producían en las poblaciones.
Con la separación que actualmente se intenta tener en todas las ciudades se puede tratar en depuradoras distintas el saneamiento y las aguas de lluvia antes de ser vertido a los ríos o al mar. Aunque lo habitual es verter las redes pluviales directamente a la naturaleza, existen lugares donde el agua de lluvia, previo tratamiento es usado de nuevo por los servicios municipales para riego o la limpieza de las calles.
Fosa séptica
Una fosa séptica contiene las aguas fecales durante un número de días que permite su descomposición anaerobica y la separación de los residuos en una parte liquida y un fango depositado en el fondo. Este material debe ser retirado cada año por medios de sistemas de bombeo adecuados que se encargarán de retirar los residuos para evitar que se acumulen.
En la actualidad su uso habitual es para edificios aislados de la red de saneamiento que necesitan este sistema para deshacerse de los residuos.
Ahorro energético en las instalaciones de saneamiento
Al tratarse de un sistema cuyo funcionamiento aprovecha la gravedad el consumo de energía es bastante menor que el resto de instalaciones de un edificio.
Existen casos en los que es necesario el bombeo de las aguas fecales, sobre todo en sótanos, donde la colocación de bombas energéticamente eficientes puede conseguir un ahorro de energía considerable en los edificios.
A nivel municipal existen algunos proyectos donde se aprovechan los residuos del saneamiento para generar electricidad. El uso del metano como combustible que contienen los residuos biológicos no solo puede alimentar a la propia planta de saneamiento sino que el excedente de electricidad puede ser inyectado a la red eléctrica.